Por amor no se paga

Cuando estamos enamorados de una persona hacemos lo posible por estar al lado de él o ella. Hacemos de todo para que nos mire solamente a nosotros pero esa persona sigue sin voltear a vernos. La depresión nos gana y ahí están nuestros amigos escuchándonos hasta altas horas de la madrugada cuando no habría de hacerlo si nos quisiéramos un poco.

Al poco tiempo esa persona se acerca a nosotros y una ilusión se crea, volvemos a sonreír de nuevo y sostenemos una conversación con esa persona en especial. Todo marcha perfecto que a medida que avanza el tiempo todo parece ser de maravilla pero después te das cuenta que las cosas van cambiando.

Tienes que buscar a esa persona porque si no fuera así, ni el saludo te dirige. En conversaciones cuando tú quieres contarle realmente algo que te preocupa, esa persona te dice que se tiene que ir porque tiene algo que hacer y encima te pide perdón prometiendo recompensarte después. No tengo nada en contra de quienes tienen otras actividades pero considero que cinco minutos de su vida con más que suficientes para que escuchen lo que tengan que decirle, después será demasiado tarde.

La situación parece que va mal pero después esa persona te da indicios de tener dobles intenciones que incluso te habla de una forma más cariñosa y realiza cosas que te dejan desconcertado. En ese momento llega la confusión siendo que te dejas llevar por la situación. Pasan los días  sin embargo sigues sin encontrar respuestas así que buscas a tus amigos y les cuentas todo pero  al igual que tú también están en blanco.

Cuando por fin sientes que todo podría avanzar, tratas de portarte más detallista solo que pareciera que esa persona no lo notase. Decides ser más espontaneo y mejor seguir conversando como normalmente lo haces solo que de repente esa persona dice que te necesita, ambos se quedan de acuerdo y por fin salen a un lugar público.

Aquella salida es lo mejor que les podría pasar que hasta tienen una sonrisa muy grande que no habían tenido en bastante tiempo pero así como esa sonrisa salió por sí sola, se va de la nada porque esa persona por alguna extraña razón se desaparece un tiempo del mapa sin que tengas alguna idea de donde podría estar. Sientes que algo te falta.

De repente llega esa persona actuando como si nada dándote alguna explicación poco creíble pero en ese momento tú no lo notas. Ambos se cuentan lo que han hecho durante este tiempo llegando a un punto en el que la conversación toma un giro inesperado llegando a hablar del mismo amor. Todo pareciera que tienes un punto a tu favor solo que de sorpresa te confiesa que aun quiere a su antigua pareja.

El corazón se te destroza y pareciera que este es el fin sin embargo algo en ti te dice que debes seguir ahí para tratar de que esa persona se olvide de su antigua pareja. Llegas en un punto en el que empiezas a realizar varias cosas para que le des a entender a esa persona que lo quieres realmente que inclusive estás pensando ya en un regalo para su cumpleaños.

Es sorprendente como actúa la vida porque a pesar de todos tus esfuerzos esa persona no cambia para nada contigo. Llegas a pensar que no eres lo suficiente para él mientras te destrozas cada vez más.

Te das cuenta que haces cosas que no deberías realizar que incluso te detienes a pensar llegando a la conclusión de que esa persona no merece la atención que tú le estas brindando, ni los detalles que haces y los intentos por hacerlo sentir especial. Ya te estás dando cuenta de cómo es la situación en realidad.

Ni el dinero y ni ser la persona más amable te darán el amor de otra persona porque en primera no tienes que darle un regalo para que se fije en ti y en segunda no debes de actuar de una manera solo para que le intereses. Si me lo preguntas solo deberías actuar como eres realmente y dejar de andar mendigando amor. Debes de quererte a ti mismo aceptando como eres recordando que no debes de cambiar por nadie pero que si lo haces debe ser por ti, no por otra persona.

Recuerda que tú eres una gran persona que le falta mucho por aprender y de conocer. No dejes que te bajen la moral. Quererte por cómo eres y después deja que el amor llegue por sí solo.